Radio Amishar

27 de enero de 2015

Las interrogantes tienen respuestas

Las interrogantes tienen respuestas
¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! Salmo l39:l7 Todos, en algún momento, hemos tenido interrogantes para las cuales quisiéramos respuestas rápidas de Dios y de los hombres: ¿Por qué a mí? ¿Podré yo con esta situación inesperada? ¿Qué hice para que me ocurriera esto? Dios, ¿me estás castigando? Era el 24 de enero de 1995, fecha especial para mi esposo Miguel y para mí. Cumplíamos nuestro primer aniversario. Además, yo tenía quince semanas de embarazo, y en ese día nos entregarían los resultados del examen de amniocentesis. Dios me había bendecido con dos hermosos hijos de mi matrimonio anterior. Este sería nuestro último hijo. Estaba sola en casa cuando sonó el teléfono. La emoción aceleró mi corazón. Esperaba oír que era niña y que venía sana. Pero, la voz tenía un tono de urgencia: debía acudir al hospital, donde me confirimarían que esperaba un niño con el síndrome de Down. Fue un momento muy difícil. Llame’ rápidamente a mi esposo, él llegó a la casa y lloramos juntos. Muchas interrogantes vinieron a nuestra mente. Han pasado ya dieciocho años. Alabo y glorifico a Dios porque envió un ángel especial a mi vida. Se llama Ángel Samuel. Es un jovencito que padeció varios problemas de salud. Su vida no ha sido fácil, pero Dios nunca nos ha dejado solos en esta tarea tan importante y especial. Ángel trajo, y a diario trae, muchos regalos a nuestro hogar. Yo necesitaba a Ángel en mi Vida, pues con él recibiría de Dios lecciones de amor, de humildad, de perseverancia; especialmente, el poder comprender cuánto nos ama. Somos sus hijos con “condiciones especiales”. Dice el Salmo 139: “Tú formaste mis entrañas… Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas” (vers. 13 y 16). El anhelaba tener hijos perfectos, pero el pecado nos dañó. Como Padre amante, es paciente con nosotros, y entiende nuestro sufrimiento y nuestras dificultades. Mis preguntas quedaron contestadas. Todo lo que Dios permite en nuestra vida, por doloroso que sea, lo convierte en algo maravilloso para nuestro crecimiento espiritual. Sandra Berrios Tomado de: Lecturas devocionales para Damas 2015 “Jardines del alma” Por: Diane de Aguirre

0 comentarios:

Datos personales