No importa qué parte del cuerpo humano esté afectada por el dolor o la enfermedad, los recursos y las energías de todo el organismo se concentran para aliviar ese dolor y restaurar el miembro lesionado a su estado normal. En el cuerpo espiritual cada miembro también debe interesarse en el bienestar de los otros, sin hacer acepción de personas ni de dones.
0 comentarios:
Publicar un comentario