Radio Amishar

26 de abril de 2015

No necesitas justificarte ni exhibirte

Los fariseos de los tiempos de Cristo no eran conscientes de su condición pecaminosa; tenían la fantasía de ser moralmente impecables, se ubicaban por encima de sus contemporáneos y se consideraban dignos de admiración, no solo por parte de Dios sino también delante de los hombres.
Eran orgullosos, petulantes, egocéntricos, narcisistas, y sublimaban y legitimaban su egotismo por medio del fenómeno religioso.
Por el contrario, Jesús te invita a una vida religiosa humilde y feliz. Para que por tu relación con él, y consciente de tu condición pecaminosa, pero también de la grandeza del amor redentor y transformador de Dios, llegues a ser un cristiano auténtico, que no necesite justificarse delante de Dios ni de los hombres, sino que atribuya a Dios todo lo bueno que habita en él.
No necesitas aprobación ni aplausos, sino la conciencia de que eres un hijo de Dios, amado por él y salvado en la Cruz. No necesitas demostrar “cuán bueno” o “cuán espiritual” eres, porque Dios te conoce íntimamente y, en la condición en que te encuentres, o en el grado de crecimiento que hayas alcanzado, poco o mucho, te ama y te valora de igual manera. Lo que importa es la opinión de tu Padre.
Tomado de: Lecturas devocionales para Jóvenes 2015
“El tesoro escondido” Por: Pablo Claverie

0 comentarios:

Datos personales