Radio Amishar

31 de mayo de 2014

Principios de Salud

La vida inicia con el aliento de vida al nacer y termina cuando respiramos por última vez. Por lo tanto necesitamos del oxígeno para preservar la vida y del aire puro para nuestra salud. Entre otras cosas el oxígeno es indispensable ya que ayuda a la oxidación de los alimentos liberando la energía necesaria para nuestro cuerpo. Por eso es necesario que cada día se inicie con respiraciones profundas en un lugar abierto, mantener nuestra casa o dormitorio bien ventilada y cada vez que se pueda salir de la ciudad a respirar aire más puro. El aire puro y fresco es esencial para la buena salud. Durante el día, y mientras dormimos por la noche, la ventilación adecuada en el lugar de trabajo y en nuestro hogar, asegura que la sangre distribuya suficiente oxígeno a nuestro cuerpo. La clase de aire que respiramos es muy importante. Antes de ahondar en ello, conviene recordar algunos aspectos fundamentales sobre la respiración. Primeramente, la respiración tiene como objetivo un intercambio gaseoso, en el cual es transportado oxigeno desde el medio externo hacia el interior de nuestro cuerpo y desde ahí son expulsados hacia el exterior, entre otros, el dióxido de carbono producto de diferentes procesos metabólicos. De ahí que una respiración correcta se traduce necesariamente, en una oxigenación adecuada para las diferentes células que componen nuestro organismo, con una repercusión positiva en su funcionamiento. Además, se puede añadir, que propicia un estado de relajación y bienestar. Pero, ¿cómo respirar adecuadamente? La respuesta a este interrogante involucra,de manera sencilla, dos aspectos: Primero una técnica adecuada y segundo, un aire adecuado. Una técnica adecuada involucra realizar varias veces al día inspiraciones lentas, profundas, con la espalda recta, las manos a la cintura y llenado la parte baja del abdomen. Además de intentar llevar una postura correcta durante todo el día y evitar ropa que ejerza presión sobre el tórax y el abdomen. Un aire adecuado implica una buena ventilación en nuestras habitaciones y en general en toda la casa, oficina o lugar de trabajo. Ello permitirá la circulación de corrientes de aire que evitará la acumulación de gérmenes y humedad. Aún en la noche es aconsejable permitir el flujo de aire aunque no directamente a la habitación en clima muy frio o en invierno. También, este principio abarca la importancia de evitar el generar fuentes de contaminación como el humo de cigarrillo y todas aquellas que este a su alcance, para contribuir a la disminución de sus efectos ambientales, como el calentamiento global, una triste realidad de nuestros días. No se exponga a humos, gases o bacterias llevadas por el aire. Respirar profundamente varias veces por la mañana y caminar en forma vigorosa, es una manera excelente de oxigenar el cuerpo, si el aire que respira es limpio. El aire puro, un principio importante para la buena salud.

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