Radio Amishar

24 de junio de 2014

8 Remedios Naturales introducción

Una de las mayores preocupaciones del ser humano en la actualidad es su salud. Cada día en los medios de comunicación abundan recomendaciones y artículos médicos que harían difícil una investigación para aquellos que no estén familiarizados con estos temas. Por tanto, queremos realizar la presentación condensada de aquellos principios que de manera general puedan contribuir al mejoramiento de nuestra salud, sin dejar de lado el rigor científico. Los doctores Lee S. Beck, de la Universidad de Loma Linda, y W. F. Fry, de la Universidad de Stanford, descubrieron, mediante investigaciones controladas, que en las personas que sonríen, gozan de la vida y son felices, se pueden observar cambios mensurables en sus sistemas inmunológicos, es decir, en la capacidad para defenderse eficazmente de las enfermedades que constantemente intentan invadir el organismo, porque la mente y el cuerpo operan íntimamente unidos. Los investigadores modernos han descubierto, después de intensos esfuerzos, una verdad bíblica: los seres humanos somos un todo. A menudo separamos las diferentes partes de una persona –física, mental, social y espiritual–, pero en verdad están interrelacionadas y son inseparables. En otras palabras, lo que afecta a la mente, afecta también al cuerpo. Nuestra condición espiritual tiene un impacto sobre nuestra condición física, y viceversa. Somos un todo. Usted puede ayudar a su cuerpo a combatir mejor la enfermedad siendo feliz. Estudios como éstos muestran cuán íntimamente unidos trabajan la mente y el cuerpo. Hace ya miles de años que esta relación vital, descubierta hace poco, ya estaba asentada en las Escrituras. La palabra de Dios presenta la relación vital entre la mente y el cuerpo, que hace poco fue aceptada por la ciencia médica: “El corazón alegre constituye buen remedio; mas el espíritu triste seca los huesos”. (Proverbios 17:22) Según el apóstol Juan, la mente y el cuerpo están relacionados íntimamente con nuestro bienestar espiritual “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma”. (3 S. Juan 2) Nuestro Creador desea disfrutemos de buena salud. La Palabra de Dios es una fuente de salud tanto como de vida eterna. Y siendo que nuestra salud física y mental, y nuestro bienestar espiritual, están íntimamente unidos, el apostol Pablo hace esta advertencia al cristiano: “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios”. (1 Corintios 10:31) Hay ocho principios que son esenciales para vivir vidas más saludables y productivas cuya aplicación garantiza un estado de salud en plenitud. No se pretende con esta afirmación, reemplazar el tratamiento de base de una enfermedad particular, pero sí, resaltar que tales principios constituyen un modelo de prevención por excelencia. Estos principios son: 1. A ire puro 2. D escanso 3. E jercicio Físico 4. L uz solar 5. A gua 6. N utrición 7. T emperancia 8. E speranza y confianza en Dios Si leemos la palabra formada por las primeras letras de cada principio tendremos una manera fácil de recordarlos: A D E L A N T E Tenemos a nuestra disposición este conocimiento, basado en recomendaciones sencillas pero poderosas, cuya efectividad no tienen discusión a la luz de los avances científicos actuales, que cada día apuntan con más fuerza hacia la concepción del ser humano como un ser completo: físico, mental, social y espiritual

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