Radio Amishar

24 de agosto de 2014

Precisamente yo....

Domingo 24 de agosto – Devoción Matutina para Menores 2014  - Precisamente yo

"Vuélvanse ustedes a Dios y conviértanse, para que él les borre sus pecados y el Señor les mande tiempos de alivio, enviándoles a Jesús» (Hechos 3: 19, 20).

Toda esta semana te he hablado de personas cuyos pecados arruinaron sus vidas. Eso puede resultar desanimador, pero no tiene que ser así. Permíteme compartir contigo un relato algo vergonzoso. Cuando yo tenía diez años, tenía pocos zapatos y vestidos de sábado.

Eso no me importaba tanto, porque sabía que mis padres no tenían mucho dinero. Lo que sí me hacía sentir mal era sentirme rechazada. Tenía amigos en mi vecindario, pero ninguno en la escuela; o al menos eso creía yo.

Un día, la madre de Roger trajo unos bizcochitos a la escuela porque era el cumpleaños de su hijo. Roger se convirtió en el centro de atención durante el recreo y durante el resto de la tarde. Esa noche yo pensé en toda la atención que había recibido Roger y, como mi cumpleaños no era hasta agosto, se me ocurrió un plan. Sacaría el dinero de mi alcancía, lo llevaría a la escuela y le compraría un helado a cada uno de mis compañeros. De esa forma yo les caería mejor.

¡Funcionó! Aquel día fue uno de los mejores que pasé en la escuela. Pero al día siguiente todo volvió a lo mismo de antes. Una semana más tarde pensé en repetir el experimento, pero ya no me quedaba dinero. Entonces caí en la trampa: le robé a mi mamá un dólar de su cartera. Me sentí culpable así que ni siquiera disfruté de ser el centro de atención aquel día.

Gracias a la clase bautismal que estaba tomando para ese tiempo, descubrí el secreto para liberarme de la culpa. Dios me perdonaría y me daría fuerzas para pedirle perdón a mi madre y hacer lo correcto en el futuro. Mamá me perdonó, y con el tiempo yo también me perdoné (quizá esa sea la parte más difícil).

Escucha un consejo de alguien con experiencia: no tienes que esperar hasta que tu vida sea un desastre para abandonar un mal hábito. No tienes que esperar hasta que tus pecados salgan en la tele. No importa que sea tu primera mentira o la número 18,975; tu primer robo, o el 1,139; Dios te perdona y puede darte las fuerzas para resistir la próxima vez, si se lo pides.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA MENORES 2014

EN LA CIMA

Por: Kay D. Rizzo

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