Radio Amishar

22 de noviembre de 2014

El joven rico...


¿Qué más me falta?

Al parecer, el joven confiaba en que le faltaba apenas un paso para llegar a la perfección. Sin embargo, a pesar de que con toda diligencia había obedecido la letra de la ley, todavía le parecía que le faltaba algo y que su obediencia no era suficiente. Pero no sabía lo que le faltaba. Su vida había sido pura, honrada y veraz. Pero su actitud para con sus prójimos había sido esencialmente negativa: no les había robado los bienes, no había levantado falso testimonio contra ellos, ni les había quitado la mujer 447 o la vida. En verdad, la letra de la ley es negativa en su forma, pero su espíritu demanda una acción positiva. No basta dejar de odiar o herir a nuestros prójimos; el Evangelio nos pide que los amemos y les ayudemos como nos amamos a nosotros mismos. A este joven le faltaba el amor de Dios en el corazón (DTG 478), sin el cual su observancia de "todo esto" carecía de valor real a la vista del cielo.

Mateo 19:20

0 comentarios:

Datos personales