Radio Amishar

18 de marzo de 2015

No es pedir, es saber como hacerlo

Antes de que pidamos algo a Dios, es importante asegurarnos de que nuestra relación con él sea sólida. Si estamos mintiendo, estamos actuando como si Dios, que conoce todas las cosas, ni siquiera existiera. Por esto, la confesión de nuestro pecado es un prerrequisito para el perdón (1 Juan 1:9). No podemos hacer trampa a Dios; él nos ve exactamente como somos. Al orar, el dramático gesto de postrarnos, echados sobre el polvo como muertos (Lamentaciones 3:29), revela no solo nuestra reverencia y humildad, sino además muestra que percibimos nuestra desnudez espiritual ante él.

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